Características de la Tierra

La Composición química de la Tierra es muy difícil de evaluar, porque carecemos de datos directos sobre el interior de nuestro planeta. El hombre sólo ha profundizado unos pocos kilómetros bajo la superficie de la Tierra y, evidentemente, esto no es nada comparado con los cerca de 6.378 km del radio terrestre.

La erosión realizada sobre la superficie de la Tierra ha puesto al descubierto rocas originadas a 25 km de profundidad. Los volcanes arrojan rocas fundidas formadas a unos 60-100 km por debajo de la superficie terrestre. A una mayor profundidad no hay ninguna evidencia directa que indique cómo es nuestro planeta.

Para estudiar el interior de la Tierra, los científicos se han ayudado de varios métodos:

-Métodos sismológicos: Son los más importantes en el estudio del interior de la Tierra. Se basan en medir las velocidades de propagación de los terremotos y de las ondas sísmicas.

-Métodos gravimétricos: Estudian el valor de la aceleración de la gravedad de las diferentes partes de la superficie terrestre.

-Métodos astrofísicos: Estudian la composición química de los meteoritos caídos en la superficie terrestre. Analizan también las observaciones realizadas por los vehículos espaciales sobre los cuerpos celestes pertenecientes al Sistema Solar. Todos los métodos astrofísicos se fundan en la idea del origen común de todos los astros del Sistema Solar.

Basándonos en estos métodos se pueden distinguir, en cuanto a composición química, tres partes fundamentales en la Tierra:

-El núcleo: Es la zona más interna de la Tierra. El núcleo está situado por debajo de los 3.000 km de profundidad. Sus elementos constituyentes son principalmente hierro, níquel y cantidades muy pequeñas de silicio, azufre y carbono.

-El manto: Es una zona comprendida entre los 65 y los 2.900 km de profundidad. El volumen representa un 80% del volumen total de la Tierra. Está constituido principalmente por una roca silicatada llamada peridotita.

-La corteza: Es la parte más externa de la Tierra y la única a la que el hombre tiene acceso. Representa tan sólo un 1% de la masa total de la Tierra. Los elementos químicos predominantes en esta zona son el silicio, oxígeno, aluminio y magnesio.