jueves, 15 de diciembre de 2011

Cultura China


¿Cómo son los Chinos actualmente?

Forma de Estado: República Socialista
Religión: no religiosos, 50,1%; confucianismo, 20,4%; budismo, 8%; taoísmo, 2%; islamismo, 1,5%
Características a resaltar: Tradición, patriotismo, simbolismo, ahorro, dedicación



China es el país más poblado del mundo y uno de los más extensos. Debido al gran crecimiento económico de las últimas décadas, a su poderío militar y a su influencia geoestratégica y política; es una de las probables potencias de este siglo.
El creciente interés por China nos obliga inexorablemente a preguntarnos cómo son los chinos. Intentar resolver esta pregunta nos lleva a sumergirnos en raíces muy lejanas, pero también en el mundo más próximo, el epidérmico de ellos; y a saber de antemano que no encontraremos sino vislumbres.


La cultura China muestra con orgullo nacional el hecho de que nunca una potencia pudo doblegarlos, ninguna potencia pudo siquiera esclavizarlos  y han mantenido su identidad durante más de 3 mil años. Muchos analistas después de viajar por China y conocer procesos, parajes o acontecimientos tan incógnitos en Occidente como el Tíbet, o haber navegado el río de La Perla, o tenido contacto con las etnias minoritarias o recorrido el gran trayecto de la Ruta de la seda desde las montañas del Karakorum hasta la antigua capital imperial de Xi’an, casi siempre manifiestan sorpresa tras observar la sencillez, laboriosidad y hospitalidad de ese pueblo que vive en medio de tantas necesidades.
Mirar a los chinos en su cotidianidad lleva a valorar y reconocer la importancia de esta civilización. Reflexionar sobre el papel que juega en el mundo actual; pero lo más importante, a reconocer su sabiduría; admirar esa sapiencia vital que impregna el modo de vida de cada chino y que se transmite con la simple observación, advertir que el contacto con ellos es una vivencia reveladora, una experiencia que transforma. En la China actual todo cambia y evoluciona tan rápidamente que ni sus propios funcionarios pueden dar crédito a todo lo que escuchan, ni a mucho de lo que ven.


Los chinos están construyendo como si no hubiera un mañana. El ritmo de trabajo es tan frenético que los obreros de la construcción duermen en su lugar de trabajo, y los departamentos se ocupan antes de que los edificios estén totalmente terminados.
La gente en las calles de las grandes ciudades chinas parecen mejor vestidas que en Nueva York o en Londres. Los chinos han cambiado el traje Mao por el Armani pirateado, o alguna de sus versiones locales.




La sabiduría, muy fundamentada en el taoísmo como gran expresión del pensamiento chino, hace más énfasis en la transformación que en la especulación, como sucede con la filosofía tradicional. Es un pensamiento coetáneo del hombre y para el hombre, que prescinde de las contradicciones irreconciliables para ofrecer una armonía de voluntades como principio visualizador del universo, pues en el Yin y el Yang priman los principios polares complementarios. Más que las contradicciones, los chinos no oponen el sujeto al objeto, ni la materia al espíritu, ni lo sagrado a lo profano: los unen. Solamente el desequilibrio entre ellos determina la falta de armonía, como una jerarquía de las partes y el todo que no proviene de leyes dictadas por un creador supremo (cosmología cristiana), ni del choque físico de las bolas de billar en el que el impacto de una es la causa de la impulsión de las otras (física de Newton), sino de una armonía ordenada de voluntades, sin ordenador. Como los movimientos espontáneos, pero organizados rítmicamente, de los bailarines de una danza.



Es un pueblo que elevo a la categoría de principio cosmológico universal el Li (orden), no solo en la sociedad humana sino también en su conjunción con la naturaleza. En una convivencia de cortesía mutua sin jerarquías excluyentes, donde en vez de competencia de poderes y procesos inanimados; se obtienen soluciones por compromisos y se evita el uso de la fuerza. Pero los taoístas supieron complementar la visión del Li, desarrollando la concepción del Qi (vibraciones, hálitos), que es una filosofía tendiente a poner al individuo en contacto con los ritmos de la naturaleza. Su objetivo es enseñar al hombre a integrarse en ella, a comportarse como ella, a compenetrarse de tal modo que llegue a experimentar en el propio cuerpo los ritmos vitales de la naturaleza. Jamás los chinos considerarían al hombre aislado de la sociedad, pero tampoco aislarían jamás a la sociedad de la naturaleza. La preocupación por el orden social los ha inquietado mucho más que los problemas metafísicos trascendentales, ya que es un pueblo con fuertes tendencias materialistas y utilitaristas, a pesar de sus muchos símbolos y supersticiones.



Por eso esta sociedad ha logrado que hasta el más remoto nómada de las montañas de Tai Shan o del Pamir, o el habitante de un hutong urbano, o el chino de ultramar de tercera generación tenga, exprese y viva una sabiduría compartida; casi cutánea que lo hace partícipe de un transcurso histórico común, de un momento existencial vital, de una forma de vida poco usual en la humanidad. Comparten una sabiduría de vida que a pesar de las privaciones y las enormes catástrofes de todo tipo que han tenido que soportar; son uno de los pueblos más curtidos, laboriosos, creativos y experimentados del mundo.


¿La Otra cara de la moneda?

Las provincias interiores tienen una economía básicamente rural y una población menor que las provincias costeras; y cuyo nivel de vida es muy bajo. La renta es en algunos casos  hasta 10 o 15 veces inferior a la de las otras provincias.
Otro de los factores en contra es el machismo: los hombres chinos no pueden soportar que su mujer sea superior a ellos. La presión social en la que viven las nuevas generaciones es insoportable: deben contraer matrimonio, tener una casa y procrear un hijo.





La situación de las dagongmei (hermanas trabajadoras)-las decenas de millones de jóvenes mujeres que han migrado a las ciudades para trabajar en empresas capitalistas, en su mayoría de propiedad extranjera- muestra las contradicciones del socialismo con particular agudeza. Hoy en día, la abrumadora mayoría de mujeres chinas continúan atrapadas en la institución de la familia, en donde las trabajadoras están sujetas a la “doble jornada”: el trabajo doméstico después de su jornada laboral. La sobreexplotación laboral de los trabajadores continúa siendo una violación a los derechos humanos.
Este pueblo tiene en el culto a los antepasados una de sus manifestaciones más antiguas que se ha ido convirtiendo en una muestra de fe popular. Su objetivo es tener suerte, vivir en paz y tener riqueza; de ahí que propendan por una relación armónica con sus ancestros y eviten incomodarlos, pues el antepasado pertenece todavía a la familia y está integrado a la vida de ésta.



Según los chinos, los muertos tienen dos almas. Una es Po, se forma con la concepción y provee al cuerpo de fuerza vital. Tras la muerte vive en la sepultura y se alimenta de los sacrificios y ofrendas de su familia. Con la desintegración del cuerpo, Po se va consumiendo recíprocamente y agotando su existencia en el inframundo; en el Manantial Amarillo. Pero si las ofrendas desaparecen, regresará a la tierra en forma de espíritu maléfico y sólo causará desgracias.



La otra, Hun; es el alma superior que mana con el nacimiento y con la muerte ascenderá al palacio del Señor de las Alturas y vivirá allí generosamente, pero al igual que Po, si desaparecen las dádivas se transformará en un espíritu malévolo. Los deudos deben dejar copia de sus artículos de lujo en el sepulcro acompañados de dinero. Es corriente ver en china ricas sepulturas en medio del campo o percibir la gran inversión de una familia pobre en el entierro de su deudo.
El altar doméstico es casi una institución especialmente en el sur de China, y consiste en que en el espacio principal de la casa se colocan manjares para los antepasados y ofrendas de sacrificios. La elección de las divinidades es una tradición familiar o preferencia personal y sus imágenes en papel se ubican en el altar doméstico. Uno de los más populares es el dios de la cocina que se constituye en dios de la casa y a quien se remite todo lo que ocurre en el seno de la familia. En ocasiones precisas se brinda ofrendas especiales, pero al final del año se quema su imagen para que se dirija al Señor de los Cielos y de cuenta de aquella familia. Tras una jornada de limpieza doméstica, se coloca nuevamente su imagen en el altar y regresa el dios de la cocina.



El feng shui es otra atractiva pieza de la mentalidad china y consideran que no pertenece al mundo de las supersticiones, sino a su cosmovisión. “Viento y agua” es el significado literal de feng shui y se entiende como el arte de buscar la mejor situación para los sucesos, las casas o personas; en las que puedan verse beneficiadas por las mejores energías de su entorno. Es un conjunto de leyes espirituales o geomancia utilizadas para favorecer la buena suerte y prevenir la mala fortuna. El diseño de las ciudades y palacios y la configuración del paisaje se fundamentaban en el feng shui para su proyección y realización.
Hoy en día está más asociado al evento de la suerte, pero sigue levantando polémica un edificio que se levante y no respete sus normas; ya que sus vecinos se consideran perjudicados, de la misma manera que una casa con mal feng shui no podrá ser fácilmente arrendada o vendida.
La arquitectura tradicional refleja el concepto de orden y autoridad. El Palacio Imperial o “Ciudad Prohibida” en Beijing es el mejor ejemplo del pensamiento ancestral. Los grandes salones sobre terrazas de mármol reflejan los mensajes simbólicos y cosmológicos de los textos antiguos: “Los cielos cubren y la tierra carga”, las terrazas son la tierra y el tejado, el cielo.



Las creencias tradicionales también están representadas en la arquitectura. El muro de los espíritus se situaba detrás de las entradas de palacios y viviendas para impedir la entrada de los espíritus diabólicos, pues se consideraba que eran incapaces de doblar las esquinas. El espléndido Muro de los Nueve Dragones en La Ciudad Prohibida, cumple esta función.
El horóscopo sigue suscitando una admiración y seguimiento por parte de los chinos del siglo XXI, pues el signo animal al que se pertenece “se graba a fuego en el corazón durante el nacimiento”. Son doce los animales que forman el complejo arte de la astrología china y las características y ciclo del animal influyen en los acontecimientos mundanos; así como en la personalidad y destino de todo ser vivo que esté bajo su dominio.



Los números también comparten una atención privilegiada en el discurrir de los chinos y son deseables aquellos números considerados de “suerte”, porque su pronunciación coincide con un carácter que signifique algo propicio o venturoso. Es así como el número 3 representa la vida o fecundidad, el 6: larga vida, el 8: prosperidad y el 9: perpetuidad. Pero será la combinación de números la que establece prioridades: el 8222 asegura que alcanzar la prosperidad está en la inmediatez y el 163 representa vivir para siempre. Los números de las placas de un carro se han convertido en una de las pujas más esperadas por los dueños, desde que el Departamento de Transportes de Hong Kong decidió hacer subastas públicas por los números susceptibles de ser considerados de suerte y prestigio. En 1988 un hombre de negocios pagó más de 600.000 dólares por la matrícula de sus autos, ya que la pronunciación del número anunciaba “prosperidad”.



El año nuevo lunar es la más importante celebración china pues saca a los chinos de cotidianidad laboral y prácticamente detiene el país. Se celebra en familia y colectivamente, de los dinteles de puertas y ventanas cuelgan los caracteres chinos de felicidad y prosperidad y los niños esperan con ansiedad unos pequeños sobres de color rojo que contienen unos billetes de regalo, llamados hongbao. La gran celebración se realiza con desfiles, danzas de dragones y pólvora en los parques y templos.
Otra gran pasión de los chinos es el juego, que lo realizan fuera de casa, en las calles de los barrios; se inclinan por las damas chinas, el majiang (mah-hong) o las tres rayas y es la actividad preferida de los viejos.



Las creencias chinas son tan diversas como sus cincuenta y cinco etnias o sus diversos territorios. El pensamiento chino refleja una profundidad y amplitud histórica imposible de encontrar en ninguna otra parte del mundo. El pensamiento profundo y la “superstición” superficial no son tan contradictorias como lo consideraría el pensamiento occidental, sino de una complementariedad necesaria. Tampoco hay diferencias entre cultos e ignorantes a la hora de intentar clasificar a quienes lo practican. Son simplemente chinos y todos, en mayor o menor profundidad; hacen parte y pensamiento de este legado milenario: son la misma moneda.



Es pertinente el comentario que hizo el filósofo francés Jean Paul Sartre, después de su único viaje a China en la década de los años sesenta: “sólo hace falta llegar allí y vivir un tiempo para uno ya no ser uno mismo”.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Juegos Precolombinos

Contenido


1. Introducción
2. Mezclas
3. Juegos en América del Norte
  3.1 Crosse
  3.2 Toli
4. Juegos en Centroamérica
  4.1 Mayas y Aztecas
  4.2 Patolli
  4.3 Ulama
  4.4 Danza y deporte
5. Juegos Sudamericanos

Introducción

Los juegos y la actividad física siempre han hecho parte de las sociedades en cualquier parte del mundo. Los juegos y actividades recreativas Americanos se asimilaban a los de otras civilizaciones. Al llegar a América, los europeos se sorprendieron al ver que los Aztecas jugaban con pelotas de caucho y sus creencias religiosas eran parte de las disputas. Los niños jugaban con figurillas de barro y pequeños juguetes imitando lo que hacían los adultos.



Desde el extremo norte de América hasta la Patagonia, las contiendas de los nativos exigían una gran dosis de fuerza, resistencia y muchas veces que los competidores estuvieran dispuestos a morir. Sufrían infartos por correr más kilómetros de los debidos, recibían un golpe mortal o terminaban ofreciendo su vida para cumplir la voluntad de los dioses.



Jugar con una pelota llevándola con pies y manos, lanzar objetos buscando enviarlos a la mayor distancia posible y eludir obstáculos; son parte de la humanidad desde los primeros días. Las competiciones -carreras a pie, lucha, tiro con arco y, tras la llegada de los españoles, las carreras de caballos- estaban por lo general a la orden del día. Hoy en día su herencia se mantiene vigente.




2. Mezclas


Estas costumbres se unieron con las traídas desde Europa. Con el tiempo se fueron haciendo menos crueles y   muchas tienen relación con los deportes que se conocen actualmente.




Son ejemplos claros la vilorta (juego con una pelota de madera) era muy popular en toda la región oriental de Norteamérica y más tarde fue adoptada por los colonizadores europeos. El crosse, deporte original de Canadá y el chiuca que practicaban los incas; ambos parecidos al hockey y que hoy se juega en los cinco continentes.


3. Juegos en América del Norte


3.1 Crosse


Aparentemente el origen del lacrosse se encuentra en un juego practicado por muchas tribus indias del Norte de América como los Cherokeees, Hurones, Iroqueses, Mohawk, entre otros. Puede aparecer bajo diferentes nombres: "Baggataway" (juego del Creador), "Tewaarathon" (pequeño hijo de la guerra), "Dehuntshigwa'es" (hombre golpeando con un objeto redondo), "Da-nah-wah'uwsdi" (pequeño juego de la guerra). En todos ellos se empleaba un palo con una red en uno de sus extremos con el objeto de recoger, desplazarse y lanzar una pequeña pelota que solía ser de madera recubierta de cuero. El campo de juego no tenía unas dimensiones concretas preestablecidas, pudiéndose llegar a jugar en un terreno de varios kilómetros de extensión. Lo mismo ocurría con el número de jugadores, habiendo datos que apuntan a la participación de miles de individuos. La duración del juego tampoco estaba delimitada, de forma que podía prolongarse durante varios días completos. En síntesis, se trataba de un juego rudo y de gran dureza física en el que no se empleaba protección alguna.




Su práctica estaba asociada a diversas motivaciones y finalidades: para levantar el ánimo de los individuos; para prevenir e, incluso, sanar las enfermedades; para dar bienestar; como entrenamiento y preparación para la guerra; celebración de ritos religiosos (creían que con su práctica se podían acercar y comunicar con el mundo de los espíritus, rogaban por una buena cosecha...) y, sobre todo, cuando la palabra no lo conseguía, era el medio utilizado para la solución de conflictos que surgían entre familias, clanes o tribus.


Con este juego se encontraron los jesuitas franceses que en los albores del siglo XVII llegaron a estas tierras con el propósito de evangelizar a los nativos. Estos religiosos llamaron al juego "jeu de la crosse", ya que el palo con el que jugaban se asemejaba al báculo de los obispos franceses ("crosse" en francés). Suponemos que posteriormente el concepto se transformó, por un fenómeno de asimilación de las palabras, en el hoy conocido lacrosse.


Desde entonces, el lacrosse ha evolucionado en sus normas y formas de juego, siendo en la actualidad el deporte nacional de Canadá.


3.2 Toli


Similar al crosse, pero en el que los jugadores portaban un par de bastones. Su propósito era conseguir llegar con la pelota a un espacio determinado -meta- del campo del equipo del adversario.


4. Juegos en Centroamérica




4.1 Mayas y Aztecas


El Tlatchti o el juego de la pelota hacía parte de los Mayas y Aztecas desde la Edad Antigua (3.500 a.C.). Era un juego en el que generalmente una pelota de caucho se lanzaba con la cadera aunque también se podía lanzar con pies y manos. Representaba la eterna lucha del bien y el mal.




Se enfrentaban dos equipos, que no tenían un número específico de jugadores. El objetivo era meter la pelota en unos aros que se encontraban sobre las paredes de forma vertical y a tres metros de altura. Si se daba un empate, se consideraba como ganador al equipo que menos errores cometiera durante el partido.




Comenzaba con rituales y oraciones y al final, los perdedores eran sacrificados porque "era la voluntad de los dioses quitarle la vida a quien no era capaz de ganar"


4.2 Patolli


El Patolli, juego religioso lo jugaban los Teotihuacanos (200 a.C. - 1000 d.C.), Toltecas (750-1000 d.C.), Mayas (1100-1300 d.C.) y Aztecas (1168-1521 d.C.).


Este juego comenzaba quemando incienso y haciéndole promesas al dios del juego. Se jugaba en un talbero de alfombra de paja en forma de cruz diagonal con casillas rojas y azules, las fichas eran piedras de colores; los dados eran fríjoles con puntos. El objetivo del juego era llevar todas las fichas hasta el final avanzando de acuerdo con el puntaje de los fríjoles. Se jugaba entre 2 a 4 jugadores con 6 fichas cada uno.




Funcionamiento


Para ganar turnos extra, había que poner las fichas en las casillas de los extremos de la cruz y había 8 casillas. Si se colocaba una ficha en unas casillas triangulares se debía pagar 2 apuestas al contrincante. Existían 8 casillas en el centro de la cruz que eran las de cruce de caminos, sólo en estas se podían comer fichas del contrincante. Si un jugador se comía una ficha, ganaba 1 punto de la apuesta. También se debía pagar 1 cuando no existían jugadas posibles. A los 6 fríjoles que servían como dados les pintaban un punto blanco en un lado para la puntuación.


4.3 Ulama


El Ulama (Tlatchti o Tlachco por los Aztecas, ver Mayas y Aztecas) se practica aún en la región norte de Sinaloa en México. De sus orígenes dan fe las más de 700 canchas para juego de pelota precolombino descubiertas en diversas regiones de Mesoamérica, Norteamérica y del caribe que datan de 1500 a.C., así como figurillas reconocibles como jugadores del mismo que datan del 600 a.C. al 300 d.C.


Restos arqueológicos del campo de juego de la pelota de Xochicalco.


La ejecución del juego parece haber obedecido no sólo a rituales mágico-religiosos (las canchas ubicadas junto a los templos), sino también a fines deportivos y de diversión; si bien los conquistadores españoles al parecer vieron en el juego una práctica pagana y por ellos la prohibieron.


En Sinaloa se ha mantenido vivo este juego prehispánico implicando un combate verbal simbólico. Ulama proviene del náhuatl "Ullamaliztli" 'juego de pelota'. La forma más común llamada "Ulama de cadera" parece ser la más apegada a su ancestro, con dos equipos de cinco jugadores. También hay una "Ulama de antebrazo" jugada principalmente por mujeres en equipos de tres, y una "Ulama de palo" o "de mazo".


 La pelota de caucho pesa aproximadamente cuatro kilos y mide 25 cm de diámetro y es elaborada de manera artesanal a través de un proceso complicado. Las canchas (taste) tienen una extensión variable y van desde 35 metros de largo por cuatro de ancho con una línea divisoria en la mitad (analco). Entre las canchas o plazas de juego más grandes conservadas hasta la actualidad se ubican en los centros ceremoniales de Chichen-Itzá en Quintana Roo (162 metros de largo por 70 de ancho) y en el de la zona mixteca de Monte Alban en Oaxaca. Gana el equipo que primero anota ocho puntos. Se utilizan la cadera, dorso del pie, antebrazos, el cuerpo o bastones. La edad de los deportistas de la actualidad va de los doce hasta los 60 años, pues como juego ritual y tradicional se practica siempre.


4.4 Danza y deporte


El lomomche era una actividad que congregaba a centenares de nativos en la península del Yucatán (México). Sus participantes bailaban teniendo a un compañero sobre sus hombros, hacían una ronda en cuyo centro se ubicaban dos personas; de las cuales uno iba a pie y el otro en cuclillas. Quienes los rodeaban aplaudían con el fin de que los del centro bailaran al ritmo de la música, al mismo tiempo quien estaba de pie dentro de la ronda lanzaba un palo, que debía ser esquivado por el jugador que permanecía agachado.


5. Juegos Sudamericanos




En Sudamérica se destacaron los Chibchas por su capacidad para recorrer largos trayectos. También le daban mucha importancia al Tejo, "juego original, de nombre Turmequé"; era practicado por habitantes prehispánicos del altiplano cundi-boyacense desde hace más de 500 años, quienes usaban un disco de oro llamado "zepguagoscua" de aproximadamente 680 gramos de peso. Al popularizarse fue sustituido por un disco de piedra y actualmente se usa uno de metal (tejo) del mismo peso.






La idea del juego es lanzar el tejo e introducirlo en un círculo metálico (bosín) en el cual se colocan las "mechas", ganando el juego quien revienta la mayor cantidad de mechas o quien logre introducir el tejo en el bosín. Se hacen competencias individuales y por equipos.


La puntuación es acordada por los rivales, aunque en la mayoría de lugares se cuantifica de la siguiente manera: todos los jugadores hacen su lanzamiento y el tejo que más se acerque al bosín obtiene un punto (mano) y es el que lanza de primero en la siguiente ronda. Tres puntos o manos equivalen a un balazo que es el nombre que se le da a la quema de una mecha. Los juegos suelen pactarse principalmente a balazos. El introducir el tejo en el bosín equivale a dos balazos. La jugada más cuantiosa se da al reventar una mecha habiendo también introducido el tejo en el bosín (todo en un solo tiro); a esta jugada se le llama "moñona" y equivale a tres balazos.



Los indígenas que habitaban lo que hoy es el departamento de Nariño (Colombia) tenían un juego parecido al tenis en el que se empleaban raquetas hechas con cuero templado.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Hombre, Ambiente e Historia

Contenido
1. Introducción
2. Primer Período Ecológico
3. Segundo Período Ecológico
4. Tercer Período Ecológico
5. Cuarto Período Ecológico
6. Contaminación
7. Gestión Ambiental


1. Introducción

Desde mucho tiempo antes que la humanidad existiese y el hombre diera sus primeros pasos sobre la Tierra, Ella; nuestro hogar, ya estaba formada en todos sus sistemas y se autorregulaba a sí misma. La Tierra, el tercer planeta desde el Sol es invaluable por ser el único mundo conocido hasta ahora en el que se alberga la vida; un mundo que no necesita de la presencia humana pero que siempre ha sido vital para nuestra subsistencia. Los invito a recorrer este documento sobre la maravillosa historia del hombre y su conquista del Planeta Tierra.


Considerando la historia de nuestro planeta y observando como en sus 4.567 millones de años de existencia, paulatinamente, poco a poco se produjo una evolución y una transformación del planeta que en sus primeras fases originó la vida (hace aproximadamente 3.000 millones de años) hasta finalmente desarrollar hace unos 3 ó 4 millones de años una especie capaz de pensar por sí misma y superior a todos los animales gracias a su extremada inteligencia; vemos que sólo somos un segundo más en este mar de tiempo, una especie radicalmente nueva y el último eslabón de la cadena viviente aunque eso sí, un segundo con miles de repercusiones.


La aparición de la especie humana sobre el planeta indica el origen del pensamiento y un considerable avance hacia la reflexión y la lógica. El hombre no reflejaba en su comportamiento su entorno, lo interiorizaba. 


Durante su primera época en la Tierra, el hombre al igual que los demás animales debió enfrentarse a los caprichos de la naturaleza, pero al dominar las fuerzas de ella se fue convirtiendo en soberano indiscutible de su ambiente. Nos propagamos por toda la superficie del planeta, conquistando las sierras y las llanuras, los desiertos y las selvas; ¡incluso llegamos a la Luna!



La evolución humana:


El hombre no es un ser con órganos especializados para sobrevivir en la naturaleza tal y como se presentan en las demás especies de animales. (la vista de las águilas, las garras de los felinos, etc). Distintos autores, (Ghelem, Scheler, Plesner), han recogido elementos para defender la idea del hombre como un ser biológicamente deficitario, situación que muy probablemente desarrolló sus aspectos simbólicos y culturales como complementos para sobrevivir en la naturaleza. Dentro de las tendencias evolutivas en la línea de los homínidos, referidas por M. Crusafont Pairó (En: Lorite mena 1982:112). Se  pueden resaltar las siguientes:




1. Tendencia al bipedismo
2. Despecialización y ecumenismo específico
3. Divorcio de pies y manos
4. Disimetría de los hemisferios cerebrales y complementariedad manual
5. Tabique nasal favoreciendo la visión en relieve
6. Especialización sustentacular de los pies
7. Nacimiento inmaturo y embriogénesis exclaustral
8. Indispensabilidad de vida social
9. Lenguaje articulado
10. Conciencia reflexiva y poder de abstracción y conceptualización




Básicamente es importante mencionar tres aspectos fundamentales, desde esta perspectiva biológica, en los que el hombre sufrió un proceso de adaptación al escenario natural en general.


   En primer lugar, un "efecto de bordes", generado por cambios ecológicos en la época de los primates. Dicho efecto de bordes provocó la desaparición de grandes extensiones de selva y propició grandes sabanas. Esta situación colocó a algunos homínidos a elegir entre quedarse en la selva y continuar con la vida arborícola o aventurarse en la sabana y explorar nuevos contextos ecosistémicos. A este fenómeno se le adjudican dos efectos provocados en nuestros antepasados: primero, una sensación de temor y segundo, una inquietud por explorar.




   En segundo lugar, a la consecución de la alimentación se le adjudican diversos cambios en la estructura corporal de los homínidos: 1. La adaptación prensil (lo que permite que el hombre pueda agarrar con precisión diversos tipos de objetos) ello se debe entre otras cosas a la manera en que se encuentra ubicado el pulgar y por su longitud. 2. La adaptación del aparato masticador ocasionada por una dieta adaptada, situación que posibilitó un proceso de cerebralización. "El hombre es un primate que tiene su dentadura en la mano" (Lorite mena 1982:134).


   En tercer lugar, la necesidad de defensa, llevó a los homínidos a situaciones que generaron cambios en su estructura biológica, fundamentales para lo que conocemos en la actualidad como homo sapiens. Esta relación con el entorno y otras especies se puede resumir en el término "Competencia", entendida como un proceso de enfrentamiento, defensa y disputas por espacios y recursos necesarios para la sobrevivencia. 




Se destacan dos aspectos centrales en dicho proceso. 1. La búsqueda de cavernas para vivir y 2. La utilización y fabricación de utensilios tanto para la defensa de otras especies como para el acceso a los recursos (alimentación, adecuación de sitios de habitación).




2. Primer Período Ecológico

Una vez que pisamos tierra y desarrollamos nuestra inteligencia en comunidad; comenzamos a  impactar de diversas maneras nuestro medio ambiente. Es aquí cuando aparece el primer período ecológico del hombre sobre el planeta.


En el primer período ecológico la humanidad tenía tan poco impacto negativo sobre el medio, que básicamente nos convertíamos en un producto más de éste, dependiendo para nuestra supervivencia  tanto de las condiciones de vida (como en la primera glaciación) como de la organización social efectiva. En esta primera etapa nuestros ancestros eran presas fáciles de los grandes predadores y bestias de aquel entonces.




 Imagínate a nuestros ancestros enfrentándose en África al Dinofelis (felino de tamaño similar al jaguar), Rinoceronte, León, Deinotherium (similar al elefante pero de 4 m aprox.) y por supuesto las aves del terror.




En Europa y Asia tenían que vérselas con el Elasmotherium (rinoceronte de un cuerno con 2 mt de altura), Megalocero, (Reno con astas de 3,5 mt León europeo, aves del terror, Giganthoputecus (Asia, similar al orangután, 500 kg), Smilodont y el formidable Mamut. 




Mucho más adelante en América con el Deodicurus (Similar al armadillo pero pesaba 300 Kilos), 


Oso Cavernario (6,5 mt de largo),




 Lobo gigante (80kg) y  Mamut. Pero, a pesar de los contratiempos, nuestros abuelos vencieron y además lamentablemente llevaron a la extinción a muchos de estos grandiosos animales.




La primera vivienda, mejor se diría el primer refugio debió ser un árbol el cual se cobijara el hombre; o bien entre sus ramas ante el temor de que su sueño fuera turbado por alguna fiera.


Mas tarde pernoctó al abrigo de las peñas o en cuevas más o menos profundas. La primera rama fue acaso una rama desgajada de un árbol. Luego, al necesitar el hombre de su prójimo, de su semejante, de quien, quiérase o no era su "otro yo"; trato de comunicarse, de hablar, más que por signos, por onomatopeyas. Se origina la vida en comunidad.




Tal vez al ver flotar sobre las aguas o rodar los troncos de los árboles por los declives montañosos surgieron en la mente virgen las primitivas y rudimentarias nociones del transporte y de la locomoción, que culminaron docenas de siglos más tarde en la invención de la rueda, uno de los descubrimientos más sensacionales de todos los tiempos.



El uso de herramientas estimuló el desarrollo del cerebro y el desarrollo de éste estimulo a su vez el de las herramientas y le permitió al hombre una mayor coordinación de sus movimientos cuando caminaba erguido; le hizo darse cuenta del valor de las armas y las apreciaba y conservaba por si le servían en el futuro. Empezó a fabricarlas e inició a su descendencia en su uso. De esta forma comienza la cultura.




3. Segundo Período Ecológico


En el segundo período nos volvimos más independientes y nuestro impacto sobre el medio fue mayor al aumentar la población y desarrollar más el intelecto y la cultura. A través de la tradición y el arte los conocimientos se pasaban de generación en generación y no se perdían con el tiempo.




Con el descubrimiento del fuego se da una notable victoria sobre algunos fenómenos naturales. El fuego fue adorado como un dios y formaba parte de las mitologías. Las poblaciones humanas se percataron de su potencial destructivo y emplearon medios para su control que acabaron sirviendo para otro tipo de necesidades como la alimentación al cocer la caza.




Durante este período se fueron desarrollando los instrumentos de producción y el trabajo se dividió naturalmente por la edad y el sexo. Las mujeres se encargaban de la repartición de los productos, criar los pequeños y preparar la comida; y la voz líder de la tribu eran los ancianos por su conocimiento. El momento culmen para reunirse la horda era en torno a la comida y cada miembro debía escuchar atentamente las historias que daba el patriarca o líder alrededor de una hoguera.


4. Tercer Período Ecológico

Justo en el tercer período la humanidad dio un gran salto al inventar la agricultura. Los hombres se volvieron sedentarios y el trabajo se dividió socialmente: unos iban de caza, otros a pescar y otros se encargaban de la agricultura y la domesticación de animales.


 A raíz de ella la población crece y se asientan las primeras comunidades. Las nuevas construcciones se reunieron formado aldeas y ciudades; y las primeras civilizaciones conocidas. Las ciudades eran los centros de comercio, artesanía y administración.


También la domesticación de animales permitió un mejor desarrollo.  La humanidad entonces podía habitar en zonas anteriormente inhóspitas y el impacto sobre el medio fue mucho mayor.




5. Cuarto Período Ecológico

Pero no ocurrió sino hasta el cuarto período y último que el ser humano tuvo un impacto tan negativo sobre el medio natural. Cuando aparecieron las primeras industrias y la sociedad se convirtió en una masa consumista de recursos la población a escala mundial creció enormemente y algunas zonas sufrieron tanto deterioro que se convirtieron en desiertos o lugares inhóspitos para toda clase de vida. Debido al afán de mejorar al nivel de vida de la población muchos países se vieron a la tarea de hacer un uso exagerado de los recursos naturales alterando en muchos casos el ecosistema y dejándolo inútil.


6. Contaminación

 Actualmente el uso de industrias y la concentración de la población en las ciudades a nivel global han generado diversos factores los cuales degradaron considerablemente el medio ambiente como consecuencia del uso de productos químicos, la deforestación, los productos no biodegradables y especialmente el desarrollo de algunos tipos de tecnologías como la petrolera y la nuclear.


Las guerras son medios que se usan para mantener o aumentar el poder, pero que sus consecuencias son nefastas en el sitio en que se generen trayendo mortandad, hambre y contaminación al medio.



Al hablar de deterioro ambiental y ecológico no sólo se está refiriendo a la contaminación del agua, aire y tierra en general, sino que se integran cada uno de los factores, causas y consecuencias que se ven reflejados en el cambio climático padecido actualmente alrededor del mundo.


Al pensar en el medio ambiente es de gran facilidad relacionarlo con deforestación, contaminación, calentamiento global entre muchos otros problemas que en la actualidad presenta, pero que desde hace mucho tiempo los ha comenzado  a sufrir, al igual que es muy fácil comenzar a suponer las distintas fuentes que provocan su contaminación y recordar lo despiadado que estamos siendo como seres humanos al utilizarlo. 


En la ambición de dominar la tierra y manejar todo a nuestro antojo para conseguir poder hemos explotado y dañado muy seriamente el medio ambiente con las deforestaciones, la caza de animales en peligro de extinción, la contaminación del agua y la producción de gases tóxicos en las industrias, así como muchas cosas más. 




El ser humano, sinónimo de: el mayor depredador que ha transitado por el Planeta.



Y esto no solo afecta nuestro hogar, sino también nuestra salud y bienestar. A veces pareciera que no entendemos que necesitamos de otros seres vivos para poder vivir, como los animales que comemos y los que cazamos aunque estén en peligro de extinción, pues todos ellos forman parte de nuestra región; y cada vez que acabamos con uno vamos acabando con el medio ambiente, y así poco a poco con nuestras vidas.


7. Gestión Ambiental


Para que los animales, las plantas y todos nosotros incluyendo factores como: la sociedad tal y como la conocemos, la cultura y nuestro modo de vida actualmente sigan viviendo y perdurando en este planeta, es de vital importancia conservar el medio ambiente y efectuar un manejo controlado y sostenible de los recursos que nuestro hogar nos brinda.

Los medios de comunicación, instituciones encargadas de su cuidado y de la no explotación a los recursos de igual manera nos pintan un mundo en el que el único y gran culpable de todo es el ser humano y, ciertamente es quien produce todas las actividades que como consecuencia se reflejan en   los efectos que hasta ahora hemos podido observar y los que a su vez se aceleran de una manera inevitable con el paso del tiempo. 


La gestión ambiental y el correcto manejo de los recursos naturales muestran la importancia que tiene la humanidad de enfrentar y resolver los problemas ambientales, de cuya solución depende la existencia de la especie; constituyendo un problema cardinal y prioritario.




Estimado lector, podría usted preguntarse: "Aunque eso fuera verdad, ¿qué podría yo hacer al respecto?". Bueno, aunque sólo mostráramos desacuerdo cuando la gente hace algo que dañe al planeta, estaríamos haciendo algo al respecto. Aunque sólo tuviéramos la opinión de que simplemente no es bueno arruinar el planeta y expresáramos esa opinión, estaríamos haciendo algo.




   El cuidado del planeta comienza en el jardín de nuestra casa. De allí se extiende a la zona por la que pasamos para llegar a la escuela o al trabajo. Abarca los lugares a los que vamos a comer en el campo o en las vacaciones. La basura que ensucia el terreno y el agua, el incremento de matorrales muertos que provocan incendios, son situaciones en las que no debemos contribuir.




Por otra parte, en nuestros ratos libres podríamos hacer algo para evitarlas. Plantar un árbol puede parecer poco importante pero es algo.






No faltan recursos para cuidar el planeta. Por lo general se ignoran. No carecemos de tecnología: Pero esta y su aplicación cuestan dinero. El dinero está disponible cuando se siguen políticas económicas sensatas, políticas que no castigan a todo el mundo. Este tipo de políticas existen.




   Es mucho lo que uno puede hacer para ayudar a cuidar el planeta. Empieza con la idea de que uno debe hacerlo. Progresa al sugerir a otros que deberían hacerlo. El hombre ha alcanzado el potencial para destruir el planeta (¡y tal vez más!). Se le debe impulsar para que llegue a la capacidad y a las acciones para salvarlo. Aún estamos a tiempo.
    
    Después de todo, es sobre lo que estamos parados.