lunes, 7 de noviembre de 2011

Juegos Precolombinos

Contenido


1. Introducción
2. Mezclas
3. Juegos en América del Norte
  3.1 Crosse
  3.2 Toli
4. Juegos en Centroamérica
  4.1 Mayas y Aztecas
  4.2 Patolli
  4.3 Ulama
  4.4 Danza y deporte
5. Juegos Sudamericanos

Introducción

Los juegos y la actividad física siempre han hecho parte de las sociedades en cualquier parte del mundo. Los juegos y actividades recreativas Americanos se asimilaban a los de otras civilizaciones. Al llegar a América, los europeos se sorprendieron al ver que los Aztecas jugaban con pelotas de caucho y sus creencias religiosas eran parte de las disputas. Los niños jugaban con figurillas de barro y pequeños juguetes imitando lo que hacían los adultos.



Desde el extremo norte de América hasta la Patagonia, las contiendas de los nativos exigían una gran dosis de fuerza, resistencia y muchas veces que los competidores estuvieran dispuestos a morir. Sufrían infartos por correr más kilómetros de los debidos, recibían un golpe mortal o terminaban ofreciendo su vida para cumplir la voluntad de los dioses.



Jugar con una pelota llevándola con pies y manos, lanzar objetos buscando enviarlos a la mayor distancia posible y eludir obstáculos; son parte de la humanidad desde los primeros días. Las competiciones -carreras a pie, lucha, tiro con arco y, tras la llegada de los españoles, las carreras de caballos- estaban por lo general a la orden del día. Hoy en día su herencia se mantiene vigente.




2. Mezclas


Estas costumbres se unieron con las traídas desde Europa. Con el tiempo se fueron haciendo menos crueles y   muchas tienen relación con los deportes que se conocen actualmente.




Son ejemplos claros la vilorta (juego con una pelota de madera) era muy popular en toda la región oriental de Norteamérica y más tarde fue adoptada por los colonizadores europeos. El crosse, deporte original de Canadá y el chiuca que practicaban los incas; ambos parecidos al hockey y que hoy se juega en los cinco continentes.


3. Juegos en América del Norte


3.1 Crosse


Aparentemente el origen del lacrosse se encuentra en un juego practicado por muchas tribus indias del Norte de América como los Cherokeees, Hurones, Iroqueses, Mohawk, entre otros. Puede aparecer bajo diferentes nombres: "Baggataway" (juego del Creador), "Tewaarathon" (pequeño hijo de la guerra), "Dehuntshigwa'es" (hombre golpeando con un objeto redondo), "Da-nah-wah'uwsdi" (pequeño juego de la guerra). En todos ellos se empleaba un palo con una red en uno de sus extremos con el objeto de recoger, desplazarse y lanzar una pequeña pelota que solía ser de madera recubierta de cuero. El campo de juego no tenía unas dimensiones concretas preestablecidas, pudiéndose llegar a jugar en un terreno de varios kilómetros de extensión. Lo mismo ocurría con el número de jugadores, habiendo datos que apuntan a la participación de miles de individuos. La duración del juego tampoco estaba delimitada, de forma que podía prolongarse durante varios días completos. En síntesis, se trataba de un juego rudo y de gran dureza física en el que no se empleaba protección alguna.




Su práctica estaba asociada a diversas motivaciones y finalidades: para levantar el ánimo de los individuos; para prevenir e, incluso, sanar las enfermedades; para dar bienestar; como entrenamiento y preparación para la guerra; celebración de ritos religiosos (creían que con su práctica se podían acercar y comunicar con el mundo de los espíritus, rogaban por una buena cosecha...) y, sobre todo, cuando la palabra no lo conseguía, era el medio utilizado para la solución de conflictos que surgían entre familias, clanes o tribus.


Con este juego se encontraron los jesuitas franceses que en los albores del siglo XVII llegaron a estas tierras con el propósito de evangelizar a los nativos. Estos religiosos llamaron al juego "jeu de la crosse", ya que el palo con el que jugaban se asemejaba al báculo de los obispos franceses ("crosse" en francés). Suponemos que posteriormente el concepto se transformó, por un fenómeno de asimilación de las palabras, en el hoy conocido lacrosse.


Desde entonces, el lacrosse ha evolucionado en sus normas y formas de juego, siendo en la actualidad el deporte nacional de Canadá.


3.2 Toli


Similar al crosse, pero en el que los jugadores portaban un par de bastones. Su propósito era conseguir llegar con la pelota a un espacio determinado -meta- del campo del equipo del adversario.


4. Juegos en Centroamérica




4.1 Mayas y Aztecas


El Tlatchti o el juego de la pelota hacía parte de los Mayas y Aztecas desde la Edad Antigua (3.500 a.C.). Era un juego en el que generalmente una pelota de caucho se lanzaba con la cadera aunque también se podía lanzar con pies y manos. Representaba la eterna lucha del bien y el mal.




Se enfrentaban dos equipos, que no tenían un número específico de jugadores. El objetivo era meter la pelota en unos aros que se encontraban sobre las paredes de forma vertical y a tres metros de altura. Si se daba un empate, se consideraba como ganador al equipo que menos errores cometiera durante el partido.




Comenzaba con rituales y oraciones y al final, los perdedores eran sacrificados porque "era la voluntad de los dioses quitarle la vida a quien no era capaz de ganar"


4.2 Patolli


El Patolli, juego religioso lo jugaban los Teotihuacanos (200 a.C. - 1000 d.C.), Toltecas (750-1000 d.C.), Mayas (1100-1300 d.C.) y Aztecas (1168-1521 d.C.).


Este juego comenzaba quemando incienso y haciéndole promesas al dios del juego. Se jugaba en un talbero de alfombra de paja en forma de cruz diagonal con casillas rojas y azules, las fichas eran piedras de colores; los dados eran fríjoles con puntos. El objetivo del juego era llevar todas las fichas hasta el final avanzando de acuerdo con el puntaje de los fríjoles. Se jugaba entre 2 a 4 jugadores con 6 fichas cada uno.




Funcionamiento


Para ganar turnos extra, había que poner las fichas en las casillas de los extremos de la cruz y había 8 casillas. Si se colocaba una ficha en unas casillas triangulares se debía pagar 2 apuestas al contrincante. Existían 8 casillas en el centro de la cruz que eran las de cruce de caminos, sólo en estas se podían comer fichas del contrincante. Si un jugador se comía una ficha, ganaba 1 punto de la apuesta. También se debía pagar 1 cuando no existían jugadas posibles. A los 6 fríjoles que servían como dados les pintaban un punto blanco en un lado para la puntuación.


4.3 Ulama


El Ulama (Tlatchti o Tlachco por los Aztecas, ver Mayas y Aztecas) se practica aún en la región norte de Sinaloa en México. De sus orígenes dan fe las más de 700 canchas para juego de pelota precolombino descubiertas en diversas regiones de Mesoamérica, Norteamérica y del caribe que datan de 1500 a.C., así como figurillas reconocibles como jugadores del mismo que datan del 600 a.C. al 300 d.C.


Restos arqueológicos del campo de juego de la pelota de Xochicalco.


La ejecución del juego parece haber obedecido no sólo a rituales mágico-religiosos (las canchas ubicadas junto a los templos), sino también a fines deportivos y de diversión; si bien los conquistadores españoles al parecer vieron en el juego una práctica pagana y por ellos la prohibieron.


En Sinaloa se ha mantenido vivo este juego prehispánico implicando un combate verbal simbólico. Ulama proviene del náhuatl "Ullamaliztli" 'juego de pelota'. La forma más común llamada "Ulama de cadera" parece ser la más apegada a su ancestro, con dos equipos de cinco jugadores. También hay una "Ulama de antebrazo" jugada principalmente por mujeres en equipos de tres, y una "Ulama de palo" o "de mazo".


 La pelota de caucho pesa aproximadamente cuatro kilos y mide 25 cm de diámetro y es elaborada de manera artesanal a través de un proceso complicado. Las canchas (taste) tienen una extensión variable y van desde 35 metros de largo por cuatro de ancho con una línea divisoria en la mitad (analco). Entre las canchas o plazas de juego más grandes conservadas hasta la actualidad se ubican en los centros ceremoniales de Chichen-Itzá en Quintana Roo (162 metros de largo por 70 de ancho) y en el de la zona mixteca de Monte Alban en Oaxaca. Gana el equipo que primero anota ocho puntos. Se utilizan la cadera, dorso del pie, antebrazos, el cuerpo o bastones. La edad de los deportistas de la actualidad va de los doce hasta los 60 años, pues como juego ritual y tradicional se practica siempre.


4.4 Danza y deporte


El lomomche era una actividad que congregaba a centenares de nativos en la península del Yucatán (México). Sus participantes bailaban teniendo a un compañero sobre sus hombros, hacían una ronda en cuyo centro se ubicaban dos personas; de las cuales uno iba a pie y el otro en cuclillas. Quienes los rodeaban aplaudían con el fin de que los del centro bailaran al ritmo de la música, al mismo tiempo quien estaba de pie dentro de la ronda lanzaba un palo, que debía ser esquivado por el jugador que permanecía agachado.


5. Juegos Sudamericanos




En Sudamérica se destacaron los Chibchas por su capacidad para recorrer largos trayectos. También le daban mucha importancia al Tejo, "juego original, de nombre Turmequé"; era practicado por habitantes prehispánicos del altiplano cundi-boyacense desde hace más de 500 años, quienes usaban un disco de oro llamado "zepguagoscua" de aproximadamente 680 gramos de peso. Al popularizarse fue sustituido por un disco de piedra y actualmente se usa uno de metal (tejo) del mismo peso.






La idea del juego es lanzar el tejo e introducirlo en un círculo metálico (bosín) en el cual se colocan las "mechas", ganando el juego quien revienta la mayor cantidad de mechas o quien logre introducir el tejo en el bosín. Se hacen competencias individuales y por equipos.


La puntuación es acordada por los rivales, aunque en la mayoría de lugares se cuantifica de la siguiente manera: todos los jugadores hacen su lanzamiento y el tejo que más se acerque al bosín obtiene un punto (mano) y es el que lanza de primero en la siguiente ronda. Tres puntos o manos equivalen a un balazo que es el nombre que se le da a la quema de una mecha. Los juegos suelen pactarse principalmente a balazos. El introducir el tejo en el bosín equivale a dos balazos. La jugada más cuantiosa se da al reventar una mecha habiendo también introducido el tejo en el bosín (todo en un solo tiro); a esta jugada se le llama "moñona" y equivale a tres balazos.



Los indígenas que habitaban lo que hoy es el departamento de Nariño (Colombia) tenían un juego parecido al tenis en el que se empleaban raquetas hechas con cuero templado.

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